Audi mejora el rendimiento de algunos motores en los A4, A5 y Q5

Los motores 2.0 TFSI de 225 CV y TDI de 150 llegan para sustituir a los 2.0 TFSI de 211 CV y TDI de 143, con mejores rendimientos en prestaciones y consumos.

Hace días que figuran en las tarifas de Audi, y ahora oficialmente se comunica la sustitución de los motores de 2 litros TFSI y TDI de 211 y 143 CV respectivamente por los nuevos de 225 y 150 CV.

Ambos se presentan como una mejora y vienen a sustituirlos plenamente en todas las versiones de las gamas A4 y A5 y sus variantes de carrocería y el Q5.

Estos nuevos propulsores suponen un incremento de potencia con su mayor potencia, a la vez que se ha logrado una reducción de consumo y emisiones, cumpliendo ya la norma EU6.

El nuevo TDI de 150 CV

Este nuevo motor 2.0 TDI rinde 150 CV de potencia y mantiene un par máximo de 320 Nm, disponibles desde las 1.750 a las 3.000 rpm. Durante su desarrollo se ha prestado especial atención a la reducción de la fricción. Así, los árboles de equilibrado están alojados sobre rodamientos, y los árboles de levas giran sobre cojinetes de agujas. La bomba de aceite regulada en dos fases consume muy poca energía motriz, y el bloque de cilindros y la culata disponen de circuitos de refrigeración independientes, cada uno de ellos con su propia bomba, de forma que en la fase de calentamiento sólo está activo el circuito de la culata. El radiador del aire de sobrealimentación está integrado en el colector de admisión, una solución que permite unos recorridos cortos de los gases y una elevada calidad de regulación. El nuevo sistema de recirculación de los gases de escape de baja presión, situado cerca del motor, es muy compacto y está concebido para minimizar las pérdidas de flujo.

El nuevo TSFI de 225 CV

Por su parte, el sustituto del 2.0 TFSI, eleva su potencia desde los 211 CV hasta los 225 CV, sin afectar en ningún caso a los consumos, y cumpliendo ahora la normativa de emisiones EU6.

En el Audi A4 2.0 TFSI con cambio manual de 6 velocidades, por ejemplo, la nueva versión rebaja en una decima la aceleración de 0 a 100 km/h y, sin embargo, el consumo medio es inferior en casi medio litro cada 100 km, lo que supone quedarse en sólo 5,9 l/100 km, equivalente a unas emisiones de CO2 de 138 g/km.

Entre sus innovaciones destaca una inyección indirecta adicional que complementa a la inyección directa FSI en régimen de carga parcial, reduciendo el consumo y las emisiones de partículas. La inyección FSI, que funciona con una presión de hasta 200 bares, entra en acción en el arranque y con cargas elevadas. Los dos árboles de levas se pueden regular en función de la demanda; en el lado de escape, el Audi valvelift system varía además la alzada de las válvulas en dos fases.

La innovadora gestión térmica permite que el aceite del motor alcance rápidamente la temperatura óptima, y ajusta la temperatura del líquido refrigerante para conseguir siempre la mejor relación entre una mínima fricción y un elevado rendimiento termodinámico. El colector de escape está integrado en la culata, donde es bañado por líquido refrigerante, una solución que reduce la temperatura de los gases de escape y el consumo al conducir de un modo deportivo. El nuevo turbocompresor incluye un actuador eléctrico de descarga que hace que la respuesta del motor sea aún más espontánea.

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