Range Rover Sport SVR, ya sin camuflaje: 260 km/h y 5,7 segundos de 0 a 100

Para los amantes de los coches altos y rápidos, que no le importe aquello del coeficiente aerodinámico, el bajo centro de gravedad y la relación peso/potencia, Land Rover ha rizado el rizo con el Range Rover Sport SVR y sus 550 cv que le permiten alcanzar los 260 km/h y ponerse a 100 desde parado en 4,7 segundos.

Uno se pregunta, que haría este motor en un chasis bajo y deportivo... pasaría de los 300 y tendría una aceleración aún mayor, aunque hay que poner la potencia en el suelo. Esto es lo que mejor hace un coche de tracción total y su masa.

Pero no van por aquí los tiros, es evidente que Land Rover no va a hacer un gran negocio con un coche tan caro de poner en la calle, con sistemas de control electrónico, suspensiones neumáticas, estabilizadoras activas y toda un tecnología para hacer que del campo se pase a una autopista en la que podría desarrollar sus prestaciones, las ventas no van a ser gran cosa en un modelo que superará ampliamente los 100.000 euros, hay casas más baratas.

El Range Rover SVR, y modelos similares son coches para llenar páginas de revistas y ofrecer una imagen de marca más competitiva.

El caso es que en su guerra particular, como SUV el SVR ha batido el récord de la vuelta en el largo Nurburgring, el llamado "infierno verde" parando el cronómetro en 8 minutos y 15 segundos, un tiempo de vehículos de una relación peso potencia inferior a 4 kg/cv, o sea un coche de 300 cv y 1.200 kg de peso, cifras de deportivos como el Audi TTS, por ejemplo.

Land Rover ha aprovechado, aunque pueda no parecerlo la reducción de peso del Range Rover Sport de última generación, en el que el chasis se ha bajado un 39% en su masa, después ha habido que trabajar en la suspensión, con barras estabilizadoras activas, amortiguadores neumáticos y un "hacer lo que se puede" con la aerodinámica de un coche pensado en su origen para fuera de la carretera.

El Range Rover Sport SVR ya parte de una buena base, con 40 cv más que el Range Rover 5.0 de 510 cv que está en la actual oferta de la gama. Un motor V8 con un par máximo de 680 Nm, 55 Nm más.

Incorpora un novedoso sistema de escape activo con dos etapas, con un control electrónico para ofrecer a alto régimen un sonido parecido al de un coche de carreras, y mantener el confort sonoro en una conducción relajada. 

Las llantas de serie son de 21 pulgadas, con neumáticos de perfil bajo (275/45) y se puede optar por un calzado aún más deportivo, en llanta 22 y perfil 40 (295/40).

En el interior tiene que combinar unos asientos deportivos con el lujo y confort de lo que se espera en su precio, para ello es importante la aportación de una suspensión que no permita balanceos, pero que filtre lo suficiente las irregularidades del suelo, eso sin decir que es un coche para el campo y sus recorridos de suspensiones y dureza es contradictorio con los apoyos en curvas.

Igual ocurre con la aerodinámica, un deportivo ha de balancear las entradas de refrigeración de motor y frenos con una penetración y presión dinámica para el paso en curva y velocidades altas.

Un quebradero de cabeza para cualquier ingeniero que Land Rover ha solventado con sobresaliente en un coche de súper lujo, para el que los consumos pasan a un segundo plano.

SVR el emblema de los coches más deportivos de la casa.

El Range Rover Sport SVR estrena estas siglas y estrena el centro de producciones especiales de la marca, que es donde se ha creado. Es el Land Rover más potente de la historia, y para ello los ingenieros de este "Special Vehicle Operations" de Land Rover han optimizado minuciosamente el sistema de gestión electrónica de Bosch y recalibrado la válvula electrónica del compresor para aumentar la presión de alimentación máxima cuando se solicita el máximo rendimiento del motor, manteniendo al mismo tiempo una gran flexibilidad del motor V8 que proporciona también la versatilidad de manejo todoterreno, con las prestaciones disponible en cualquier circunstancia.

Con los mismos consumos homologados.

La palabra clave es homologados, los consumos son los mismo en el caso de la versión de 510 cv, puesto que los ciclos de homologación son los mismos y la electrónica permite estas circunstancias. En la práctica será más complicado hacer los mismos consumos si usas esos caballos extras, y con la invitación de la suspensión y la filosofía del SVR será difícil abstenerse. Y si te abstienes, para que lo compras.

Utiliza el mismo cambio automático de 8 relaciones, quizá demasiadas, para un uso secuencial, pero se ha reducido a la mitad las transiciones de marchas, simplemente cortando el suministro de combustible en esos milisegundos de cambio. Un cambio que un uso automático sabe aguantarse en las curvas, aprovechar la máxima aceleración en adelantamientos y hace "doble embrague solito" en las reducciones fuertes,sube el régimen del motor antes de reducir una marcha para evitar tirones y sufrimientos en la caja y en los ocupantes.

Esta transmisión la transmisión ZF de ocho velocidades garantiza la máxima suavidad en la primera marcha, mientras a partir de la segunda un embrague bloquea el mecanismo para conseguir un vínculo directo entre la transmisión y las ruedas motrices y proporcionar una sensación de conducción mucho más activa para el conductor.

Cuenta con levas en el volante y guía secuencial en la palanca, además de diversos programas de respuesta de más deportivo a más económico, no permitiendo en el más dinámico el paso a una marcha superior llegado el límite de régimen.

En el campo como siempre.

El Range Rover Sport SVR no pierde sus cualidades Land Rover fuera de carretera, puede perder algún grado en sus ángulos TT, pero aún conserva un ataque de hasta 30º, con la suspensión elevada, y de 27,3º de salida, 85 cm de profundidad de vadeo, con un poder de tracción que permite un bloqueo electrónico del 100% en cada rueda para hacerle avanzar en cualquier obstáculo con cualquier pareja de ruedas sin contacto con el suelo.

Este mismo sistema se transforma después en un autoblocante electrónico que permite un mejor paso en curva en el asfalto, reteniendo aquella rueda que empiece a perder tracción, uno de los muchos secretos de porqué un coche de 2.335 Kg puede hacer 8,14 en Nurburgring. Aunque me gustaría saber el consumo, a los 100 km ¿50?, ¿60 litros?. 

Fotografías Range Rover Sport SVR 2015.